Identidad Corporativa:
El lenguaje no verbal de las empresas.

Cuando emprendemos un negocio, empresa o proyecto, deseamos o apostamos para que el producto sea exitoso, creamos las mejores fórmulas y buscamos los mejores materiales, hacemos proyecciones financieras a corto, mediano y largo plazo, nos aseguramos de tener participación en el mercado, pero a menudo le restamos importancia a elementos tan importantes como el signo identificador básico (comúnmente llamado logotipo) y sus reglas de aplicación, creemos que es algo insignificante o sencillo, se lo dejamos al “primo de un amigo”, “al hijo del cuñado que sabe moverle al programa”, y en el peor de los casos a “como me salga en paint”.

¿Por qué restar importancia a la cara que dará nuestro producto ante el mercado? ¿Por qué nos esforzamos en que el producto sea el mejor pero su “cara” a veces deja mucho qué desear? ¿A caso no merece el mismo cuidado? Podría ser un laborioso trabajo destinado a fracasar, ¿Dejaríamos la construcción de una casa a un contador? Si un producto es como un hijo, ¿Quién quiere un hijo feo? Dejamos en manos equivocadas la cereza del pastel.

La identidad corporativa es como los cimientos de una construcción, ¿Cómo quiero que sea mi marca? ¿Cómo quiero que me vean en 3, 5 o 10 años? Es y será parte de la imagen del producto, la empresa y de uno mismo.

Si nuestra imagen habla por sí misma, ¿Qué diría la imagen de nuestro producto en este momento? Pero sobretodo, ¿Qué nos gustaría que dijera?